Siete años del reto del Mont Blanc
Este sábado hace siete años que ponía el cronómetro en marcha en la plaza de la iglesia de Chamonix. Eran las 4:50 de la mañana del 11 de julio de 2013 y, junto con mi amigo Matheo, íbamos a empezar una aventura que hacía tiempo que estábamos preparando.
Ya han pasado siete años desde que registré la marca de ascenso y descenso del Mont Blanc. El cronómetro se paró tres minutos antes de las 5 de la mañana, concretamente marcaba las 04:57. Es una imagen que no se me olvidará.
RECUPERA LA HISTÒRIA EN DÉJAME VIVIR
Llegué solo a Chamonix. Como recordaréis, Matheo no pudo terminar por culpa de una caída mientras descendíamos. Decidió parar pero me animó a terminar yo solo. Le hice caso. Con una mirada teníamos suficiente para saber qué pensaba el uno del otro.
Fue un día con los sentimientos a flor de piel. Lo recuerdo como si fuera ayer. Los nervios antes de empezar, los instantes antes de coronar la cima del Mont Blanc, el momento en el que el Matheo decide parar y especialmente cuando detener el cronómetro a las 09:22 en la plaza de la iglesia de Chamonix. La alegría no era completa, Matheo no estaba conmigo, y sé que le hubiera encantado terminar la aventura juntos.
Déjame Vivir en Español from Summits of My Life on Vimeo.
Ahora, siete años después, todavía recuerdo con cariño ese día, y más si tengo la suerte de poder rememorarlo con la película Déjame Vivir, donde se narra el segundo de los tres retos de Summits of my Life. Sin duda, uno de los proyectos más especiales.