Travesía de les aravis
Si tuviera que buscar los momentos mas fuertes, mas grandes de este invierno, seguro que uno sería el día de hoy. No había espectadores, no había cámaras (bueno solo los amigos Seb y Viv que se liaron a buscarnos entre las montañas) no había avituallamientos ni asistencia (he comido 5 barrigas y 600cl de agua) solo unos pocos amigos sabían lo que íbamos a hacer, no había salida ni llegada. Solo 3 amigos con ganas de disfrutar de la montaña y hacer realidad sus sueños.
Suena el despertador a las 4 de la madrugada, miramos el cielo, estrellas, no hay nubes, perfecto! Silenciosamente tomamos el desayuno para no despertar a los hijos de Stephane. A las 5, cuando las montañas empiezan a clarear nos ponemos, Matheo Jacquemoud (un joven que dará mucho que hablar en los próximos años, y con quien he corrido este año la PDG y el Rutor) Stephane Brosse ( mi idolo, the boss!) y un servidor, a andar con los esquís a la espalda dirección al Charvin, el primer pico del macizo des Aravis. Una hora mas tarde estavamos llegando a la cima, por una empinada arista al mismo tiempo que salían los primeros rayos de sol por detrás del macizo del Mont Blanc. Una imagen espectacular que nos acompañó en estos preciosos intentes en la cima! Con ya la luz del sol empezamos a bajar el corredor NE (200m 48º) una bonita línea con una nieve dura, helada y los rayos de sol iluminando toda la pared, magnífico! Cambio de pieles rápido y una corta subida a la Goenne, otra bajada divertida (150m 45º) y una subida hasta la Tête de l'Aulp, otra bajadita (150m 45º) y una larga subida en travesía hasta la Mandallaz. Sin darnos cuenta ya hemos hecho una buena parte y vamos mucho más rápidos de lo que pensábamos, la nieve helada hace que podamos avanzar en traza directa y no cansarnos mucho en las bajadas. De allí empieza una de las partes más bonitas del recorrido, una subida directa hasta la arista de l'Etale, una mole de roca que preside el macizo. llegados a la arista nos quedan unos 500m por una afilada arista, avanzamos rápidos, corriendo y andando y disfrutando del sol y de la espectacular vista del Mont Blanc al Este y la Tournette al Oeste. Llegados a la cima nos viene la bajada más dura de la travesía, el Couloir Combaz, una corredor con un resalte a esquivar de 200m (45-50º) Stephane va delante, como siempre en las bajadas, y nos demuestra porqué es el Boss. Nunca he visto a nadie esquiar con tanta seguridad y fluidez. Aunque lleva una talonera que no cierra, baja el corredor con tranquilidad, llega al resalte y como si fuera lo mas fácil del mundo da un giro y pasa el resalte. Llego al paso, la nieve está muy dura, hace 2 días bajamos este corredor con nieve profunda sin ningún problema, pero con el hielo, una caída sería bastante dolorosa ;) hago una vuelta maría para orientarme y salto el resalte. Matheo llega detrás para darnos el susto del día, cuando al intentar dar la vuelta resbala unos metros antes de agarrarse a unas rocas. Susto pasado, seguimos bajando y una corta subida antes de descender al Col des Aravis, que divide el macizo en dos.
Aprovechamos para beber un poco y empezar a subir tranquilamente los 1000m de hierva (eso si muy inclinada!) para llegar a la Porte des Aravis, donde empieza la 2a parte de la travesía, les Combes. Durante la subida un rebaño de Chamois (rebecos) nos deleita la vista con constantes exhibiciones de lo que es correr por la montaña. Bajando a velocidades fuera de la imaginación. A partir de aquí nos queda una larga travesía subiendo y bajando les Combes (valles y aristas)...un total de 10 subidas y bajadas cortas (entre 200 y 400m) por bonitos corredores y valles. las horas van pasando y el cansancio parece ir llegando poco a poco al mismo tiempo que las tormentas se acercan del oeste. El sol ya no brilla y todas las cimas están dentro las nubes. Es al llegar al inicio de la última (y más larga) subida hacia la Pointe Percée, que empieza a nevar ligeramente. Hay algunos momentos de duda, sobretodo por el cansancio, pero entre los 3 nos motivamos, estamos ya muy cerca de terminar la primera travesia nos stop! Vamos subiendo a medida que la metro va empeorando. Solo nos quedan 300m, una canal estrecha y una arista de roca hasta llegar a unir los 2 extremos de esta cordillera! Llegamos, más o menos cansados, "sec! sec!" como se dice en Francia, pero muy, muy felices de estar entre la tormenta a 2700m, sin ninguna de las espectaculares vistas que normalmente se disfrutan desde este pico, con frio, viento, nieve, cansancio, pero con todas las vistas que necesitamos dentro de nosotros. Nuestras miradas lo dicen todo. Somos felices. Ya "solo" nos queda una ultima larga bajada. La nieve se ha ido calentando durante el día y el hielo de la mañana es ahora una nieve pesada pero que en pendientes fuertes deja esquiar bien, así, la cara N (200m 45-50º) nos parece mucho más fácil que todo lo anterior. Bajamos con la lluvia, el frio se convierte en calor y humedad a medida que bajamos hasta llegar al final de la cordillera, donde solo está Viv. Esperamos debajo la lluvia y a los 5 minutos llega la esposa de Stephane con el coche, nos subimos para volver a casa, sin ruido, sin luces. Porqué todo lo que necesitamos está guardado dentro de cada uno de los tres.
Suena el despertador a las 4 de la madrugada, miramos el cielo, estrellas, no hay nubes, perfecto! Silenciosamente tomamos el desayuno para no despertar a los hijos de Stephane. A las 5, cuando las montañas empiezan a clarear nos ponemos, Matheo Jacquemoud (un joven que dará mucho que hablar en los próximos años, y con quien he corrido este año la PDG y el Rutor) Stephane Brosse ( mi idolo, the boss!) y un servidor, a andar con los esquís a la espalda dirección al Charvin, el primer pico del macizo des Aravis. Una hora mas tarde estavamos llegando a la cima, por una empinada arista al mismo tiempo que salían los primeros rayos de sol por detrás del macizo del Mont Blanc. Una imagen espectacular que nos acompañó en estos preciosos intentes en la cima! Con ya la luz del sol empezamos a bajar el corredor NE (200m 48º) una bonita línea con una nieve dura, helada y los rayos de sol iluminando toda la pared, magnífico! Cambio de pieles rápido y una corta subida a la Goenne, otra bajada divertida (150m 45º) y una subida hasta la Tête de l'Aulp, otra bajadita (150m 45º) y una larga subida en travesía hasta la Mandallaz. Sin darnos cuenta ya hemos hecho una buena parte y vamos mucho más rápidos de lo que pensábamos, la nieve helada hace que podamos avanzar en traza directa y no cansarnos mucho en las bajadas. De allí empieza una de las partes más bonitas del recorrido, una subida directa hasta la arista de l'Etale, una mole de roca que preside el macizo. llegados a la arista nos quedan unos 500m por una afilada arista, avanzamos rápidos, corriendo y andando y disfrutando del sol y de la espectacular vista del Mont Blanc al Este y la Tournette al Oeste. Llegados a la cima nos viene la bajada más dura de la travesía, el Couloir Combaz, una corredor con un resalte a esquivar de 200m (45-50º) Stephane va delante, como siempre en las bajadas, y nos demuestra porqué es el Boss. Nunca he visto a nadie esquiar con tanta seguridad y fluidez. Aunque lleva una talonera que no cierra, baja el corredor con tranquilidad, llega al resalte y como si fuera lo mas fácil del mundo da un giro y pasa el resalte. Llego al paso, la nieve está muy dura, hace 2 días bajamos este corredor con nieve profunda sin ningún problema, pero con el hielo, una caída sería bastante dolorosa ;) hago una vuelta maría para orientarme y salto el resalte. Matheo llega detrás para darnos el susto del día, cuando al intentar dar la vuelta resbala unos metros antes de agarrarse a unas rocas. Susto pasado, seguimos bajando y una corta subida antes de descender al Col des Aravis, que divide el macizo en dos.
Aprovechamos para beber un poco y empezar a subir tranquilamente los 1000m de hierva (eso si muy inclinada!) para llegar a la Porte des Aravis, donde empieza la 2a parte de la travesía, les Combes. Durante la subida un rebaño de Chamois (rebecos) nos deleita la vista con constantes exhibiciones de lo que es correr por la montaña. Bajando a velocidades fuera de la imaginación. A partir de aquí nos queda una larga travesía subiendo y bajando les Combes (valles y aristas)...un total de 10 subidas y bajadas cortas (entre 200 y 400m) por bonitos corredores y valles. las horas van pasando y el cansancio parece ir llegando poco a poco al mismo tiempo que las tormentas se acercan del oeste. El sol ya no brilla y todas las cimas están dentro las nubes. Es al llegar al inicio de la última (y más larga) subida hacia la Pointe Percée, que empieza a nevar ligeramente. Hay algunos momentos de duda, sobretodo por el cansancio, pero entre los 3 nos motivamos, estamos ya muy cerca de terminar la primera travesia nos stop! Vamos subiendo a medida que la metro va empeorando. Solo nos quedan 300m, una canal estrecha y una arista de roca hasta llegar a unir los 2 extremos de esta cordillera! Llegamos, más o menos cansados, "sec! sec!" como se dice en Francia, pero muy, muy felices de estar entre la tormenta a 2700m, sin ninguna de las espectaculares vistas que normalmente se disfrutan desde este pico, con frio, viento, nieve, cansancio, pero con todas las vistas que necesitamos dentro de nosotros. Nuestras miradas lo dicen todo. Somos felices. Ya "solo" nos queda una ultima larga bajada. La nieve se ha ido calentando durante el día y el hielo de la mañana es ahora una nieve pesada pero que en pendientes fuertes deja esquiar bien, así, la cara N (200m 45-50º) nos parece mucho más fácil que todo lo anterior. Bajamos con la lluvia, el frio se convierte en calor y humedad a medida que bajamos hasta llegar al final de la cordillera, donde solo está Viv. Esperamos debajo la lluvia y a los 5 minutos llega la esposa de Stephane con el coche, nos subimos para volver a casa, sin ruido, sin luces. Porqué todo lo que necesitamos está guardado dentro de cada uno de los tres.