Verbier, final de trayecto
Acabados de llegar a Verbier, con más alegría en la cara que los restos de fatiga acumulada en las últimas seis horas y media, nos sacamos los esquís por la última vez esta temporada. Nos queda un kilómetro y medio para cruzar todo el pueblo hasta llegar a la plaza donde nos espera el comandante de la PDG. pero no corremos solos, miles de personas están en la calle animando los más de 4000 participantes en esta mítica carrera que une por cimas y collados, los pueblos de Zermatt y Verbier, en el Valais Suizo, una de las regiones más espectaculares de nuestros vecinos Alpes. La carrera se disputa bajo la atenta mirada del Cuerno Madre o Cervino, del Dom, del Grand Combin y una decena de 4000 más. Las calles de Zermatt llevan tres días sin dormir viendo patrullas salir durante toda la noche para atacar la Tête blanche, primer obstaculo, de 3800m de altitud para llegar a Arolla.
Salimos a las 3 de la madrugada, en la última salida, junto a un centenar más de patrulleros, y tras un largo tramo corriendo con los esquís en la espalda, llegamos al cambio donde nos espera Mireia, nos ponemos las botas, las tablas, la cuerda y empezamos a subir. Tres corredores unidos por una cuerda, tres amigos unidos por una cuerda. Es extraño, una mezcla de excitación por ir terceros en esta primera subida con el ambiente de silencio de la noche guardados bajo la im-presionante silueta del Materhorn. No hace frio, llegamos a la Tête Blanche donde Arnau nos da los frontales y empezamos una bajada encordados. La nieve es buena y esquiamos rápido. Voy al medio, mi frontal no funciona!! Suerte que Poma, Marc Solá, delante, y Pinsi, Marc Pinsach, detrás me iluminan. llegamos a Bertol después de un largo patinador y nos quitamos la cuerda rápidamente. Seguimos bajando hacia Arolla mientras el sol empieza a salir al fondo del Valais.
En Arolla, Oriol y el padre de Emilie Fabre nos avituallan mientras ponemos las pieles y salimos disparados por las empinadas pistas hacia Riedmatten entre centenares de patrullas que acaban de salir de Arolla. Vamos adelantando hasta llegar al collado y intentando pasar entre corredores en los toboganes de bajada de Riedmatten, luego el largo, larguissimo patinador de Dixence donde nos adelantan el equipo de Elmer, Ponemos pieles en la Barma para subir a Roseblanche, donde encontramos a un invitado de excepción, Stéphane Brosse animando y gravando! Bajada cortita y última subidita al col de la Chaux para una larga bajada por pistas hasta Verbier.
En estos últimos metros, los tres corriendo abrazados, no solo felices por la carrera que terminamos de hacer, sino por cerrar una temporada de ensueño.
Es tiempo por colgar los esquís, pero no para olvidar los momentos que hemos vivido en esta larga temporada. Después de 30 carreras, 6 meses de esquí y 250.000 metros de desnivel, nos olvidamos de las cifras y recordamos los mejores momentos en las copas del mundo, en el frio de Aosta, en las bajadas de Claut, en el albergue de Gastlosen, en el humo de Nicolosi, los mas emocionantes, de Andorra...en la más grande, los q-u-a-t-r-o eternos días de Pierra que nos gustarían que fuesen eternos, entre la nieve en Arvieux o entre paredes en Madonna, y finalmente aquí, en Lourtier, celebrando que hemos puesto punto y final a esta temporada.
Salimos a las 3 de la madrugada, en la última salida, junto a un centenar más de patrulleros, y tras un largo tramo corriendo con los esquís en la espalda, llegamos al cambio donde nos espera Mireia, nos ponemos las botas, las tablas, la cuerda y empezamos a subir. Tres corredores unidos por una cuerda, tres amigos unidos por una cuerda. Es extraño, una mezcla de excitación por ir terceros en esta primera subida con el ambiente de silencio de la noche guardados bajo la im-presionante silueta del Materhorn. No hace frio, llegamos a la Tête Blanche donde Arnau nos da los frontales y empezamos una bajada encordados. La nieve es buena y esquiamos rápido. Voy al medio, mi frontal no funciona!! Suerte que Poma, Marc Solá, delante, y Pinsi, Marc Pinsach, detrás me iluminan. llegamos a Bertol después de un largo patinador y nos quitamos la cuerda rápidamente. Seguimos bajando hacia Arolla mientras el sol empieza a salir al fondo del Valais.
En Arolla, Oriol y el padre de Emilie Fabre nos avituallan mientras ponemos las pieles y salimos disparados por las empinadas pistas hacia Riedmatten entre centenares de patrullas que acaban de salir de Arolla. Vamos adelantando hasta llegar al collado y intentando pasar entre corredores en los toboganes de bajada de Riedmatten, luego el largo, larguissimo patinador de Dixence donde nos adelantan el equipo de Elmer, Ponemos pieles en la Barma para subir a Roseblanche, donde encontramos a un invitado de excepción, Stéphane Brosse animando y gravando! Bajada cortita y última subidita al col de la Chaux para una larga bajada por pistas hasta Verbier.
En estos últimos metros, los tres corriendo abrazados, no solo felices por la carrera que terminamos de hacer, sino por cerrar una temporada de ensueño.
Es tiempo por colgar los esquís, pero no para olvidar los momentos que hemos vivido en esta larga temporada. Después de 30 carreras, 6 meses de esquí y 250.000 metros de desnivel, nos olvidamos de las cifras y recordamos los mejores momentos en las copas del mundo, en el frio de Aosta, en las bajadas de Claut, en el albergue de Gastlosen, en el humo de Nicolosi, los mas emocionantes, de Andorra...en la más grande, los q-u-a-t-r-o eternos días de Pierra que nos gustarían que fuesen eternos, entre la nieve en Arvieux o entre paredes en Madonna, y finalmente aquí, en Lourtier, celebrando que hemos puesto punto y final a esta temporada.